XIMA DIRECCION Y CONTROL DE FIDEL Y RAUL, PERO ELLOS ESTABAN MUY OCUPADOS EN AQUELLOS AÑOS EN TODO LO RELACIONADO CON LA GUERRA DE ANGOLA ADEMAS DE POR TODO LO DERIVADO DE SUS ALTAS RESPONSABILIDADES Y ME ORIENTARON OCUPARME DE LA PARTE MAS OPERATIVA DE ESTAS TAREAS..
DISCURSO PRONUNCIADO POR
HUMBERTO PEREZ, MIEMBRO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO, VICEPRESIDENTE DEL
CONSEJO DE MINISTROSY PRESIDENTE DE LA JUNTA CENTRAL DE PLANIFICACION, EN EL
ACTO DE CLAUSURA DEL CONGRESO CONSTITUYENTE DE LA ASOCIACION NACIONAL DE
ECONOMISTAS DE CUBA, CELEBRADO EN EL TEATRO "LAZARO PEÑA" DE LA CTC,
EL 14 DE JUNIO DE 1979, "AÑO 20 DE
LA VICTORIA".
INTRODUCCION
PARTE I
SDPE (SISTEMA DE DIRECCION Y
PLANIFICACION DE LA ECONOMIA) Y SISTEMA DE FINANCIAMIENTO PRESUPUESTARIO.
DIFERENCIAS REALES Y APARENTES.
PARTE II
COINCIDENCIAS Y DEUDAS CON EL
CHE QUE SE TRATAN DE SOLVENTAR EN EL PREOCESO DE APLICACIÓN DEL SDPE.
PARTE III
TAREAS INMEDIATAS, MEDIATAS Y A LARGO PLAZO DE LOS ECONOMISTAS Y CODIGO DE CONDUCTA A SEGUIR POR LOS MISMOS COMO DIRIGENTES, FUNCIONARIOS Y ESPECIALISTAS.
Compañeros Carlos Rafael Rodríguez y Osvaldo Nórticos, miembros del Buró
Político de nuestro Comité Central;
Compañero Ernesto Guevara Lynch, padre del querido e inolvidable Che;
Compañeros familiares de los ejemplares economistas revolucionarios
Jacinto Torras y Raúl Cepero Bonilla;
Compañero Anastasio Mancilla que nos honra con su presencia como el
representante más adecuado del grupo de profesores soviéticos que en los
primeros años de la Revolución comenzaron la tarea de formación de la
generación de economistas preparados para la construcción del socialismo en
nuestro país;
Compañeros de la presidencia;
Compañeros delegados e invitados a este Congreso;
Compañeras y compañeros:
INTRODUCCION.
Queremos en primer lugar felicitar a nombre de la Dirección del Partido
y del Gobierno a los compañeros que han sido elegidos miembros del Comité
Nacional y del Consejo Ejecutivo Nacional y, dentro de ellos, en particular a los
compañeros electos como Presidente y Vicepresidente de la ANEC; asimismo
hacemos extensiva nuestra felicitación a los compañeros que por encargo del
Partido han formado la Comisión Organizadora Nacional, las Comisiones
Organizadoras Provinciales y de Base que virtualmente en sólo un año han
logrado crear las condiciones necesarias para constituir esta importante
Asociación, y los felicitamos a todos ustedes delegados a este Primer Congreso
de economistas por la calidad, riqueza, seriedad y contenido revolucionario de
los documentos discutidos y aprobados.
Consideramos como un extraordinario acierto haber escogido precisamente
la fecha de hoy, 14 de junio, para
concluir el evento en que queda constituida la Asociación Nacional de
Economistas de Cuba, por ser el día en que se conmemora el natalicio de dos de
los hombres de más valía, de más acción,
de más entereza, de más audacia, de más integridad y que han jugado un papel
más determinante en toda la historia de nuestro país : el día del nacimiento de
nuestro Titán de Bronce, el General
Antonio Maceo, y el día del nacimiento del Guerrillero Heroico, el inolvidable y siempre presente
Comandante Ernesto Che Guevara.
Al primero debemos, en decisiva medida, nuestra primera independencia,
la que nos liberó del colonialismo español, aunque diera paso, facilitado por
la muerte anticipada del propio Maceo y de José Martí, principal dirigente y
artífice de aquel proceso revolucionario, al dominio neocolonial norteamericano
que durante más de 50 años gravitó sobre nuestro país.
El segundo tuvo un papel determinante en nuestra segunda y definitiva
independencia, en la consolidación del triunfo revolucionario y en nuestra
patria plasmo con ahínco y dedicación sin límites sus más caros esfuerzos y lo que
el mismo llamó sus esperanzas de constructor de una nueva sociedad, sin
propiedad privada sobre las riquezas y los recursos del país, y sin explotación
del hombre por el hombre, trabajando
infatigablemente por crear las condiciones que permitieran formar un hombre
nuevo a partir de su fe infinita en los
valores morales y en la conciencia de
los hombres.
Y en este ideal concreto, fundamento de la economía socialista que hoy
construimos y desarrollamos, también se abrazan estos dos hombres singulares,
que andan juntos en la historia, incluso por el accidente casual de la fecha de
su nacimiento, por sus características personales y su ética de conducta.
Porque a pesar de estar separado por el tiempo y las condiciones históricas específicas
de la época en que el Che desarrollo su acción, Maceo, con genialidad y
profundidad política no siempre aquilatadas justamente en hombre en el que
admiramos por lo general el brazo más que la mente, aunque tenía tan fuerte y
enérgica la segunda como el primero, proclamaba que su lucha era también contra
la propiedad que entrase en contradicción con el desarrollo social de la patria
y que pusiera los intereses materiales por encima de los intereses morales.
En este sentido, en la década de los años 80 del siglo pasado publicó
el Titán un artículo en el periódico independentista "Yara" en el que
expresaba: "Siempre estaré por la salvación de mi patria sobre el triunfo
de mis individuales intereses, y siempre estaré al lado del principio racional,
aunque para ello necesite estar de frente con las condiciones del actual
momento. Si un falso principio político - continuaba Maceo - pretende
sacrificar el sentido moral de la vida, la única condición posible para que los
pueblos se eleven a la categoría de sujetos superiores de la historia, sin más
razón que la conservación de sus intereses materiales yo estaré siempre contra
tal principio". Y concluía Maceo este pensamiento: "Mucho respeto me
inspira la propiedad, sobre todo la bien adquirida; pero es de notar que, si es
legítima, la ciencia económica y la razón con sendos irrebatibles argumentos la
defienden, si no, puede ponerse en contradicción con el progreso de las
instituciones sociales, y a este estado sólo debe tenerse como un mero
obstáculo que es fuerza orillar a todo trance".
Y la Revolución Cubana encabezada por Fidel, que tuvo como uno de sus
protagonistas principales al Che Guevara, consecuente con este pensamiento de
Maceo "expropió a los expropiadores", orillo sin titubeos la
propiedad privada de los monopolios norteamericanos, de los terratenientes y burgueses
que explotaban a nuestros trabajadores y que como un mero obstáculo entraba en
contradicción con el progreso de las instituciones sociales de nuestra patria, y ha puesto en alto, más alto
que nunca, en empresa en la que jugara un destacadísimo papel el Che, el
sentido moral de la vida, elevando a nuestro pueblo a la categoría de sujeto
superior de la historia.
Pero la selección de esta fecha para reunirnos los economistas cubanos
ha sido oportuna sobre todo porque nos permite y nos motiva a hablar del Che:
el luchador incansable por la organización económica de nuestro país, el
constructor y pensador profundo, original y creador sobre los problemas de la
construcción socialista que lo hacen merecer, en nuestra opinión, el título del
primero y más destacado economista de nuestro país después del triunfo de la
Revolución.
Y nos parece propicia la ocasión para detenernos a examinar su ideario
y su trayectoria en este terreno, desarrollados en los primeros años del
quehacer de nuestro proceso revolucionario cuando ocupara distintos cargos al
frente de los principales organismos económicos del país como el Banco
Nacional, la Comisión Económica de las Organizaciones Revolucionarias
Integradas, la Junta Central de Planificación y el Ministerio de
Industrias.
Examinar hasta qué punto el pensamiento y los objetivos que el Che se
proponía lograr, están presentes en nuestra faena económica actual, en los
Acuerdos y Resoluciones del Primer Congreso del Partido, en las medidas que hoy
estamos tomando y en los pasos que estamos dando. Porque a los héroes del pueblo como dijera el
propio Che un 28 de enero, hablando sobre José Martí con palabras que ahora
podemos referirlas a él, no se les puede separar del pueblo, no se les puede
convertir en estatuas, en algo que está fuera de la vida de ese pueblo para el
cual la dieron. El héroe popular debe ser una cosa viva y presente en cada
momento de la historia de un pueblo".
Leales en todo momento, como es nuestro deber, a la conducta y a la ética ejemplar del Che,
hombre de honradez suprema y de sinceridad absoluta, como lo calificara Fidel,
al hacer este examen no vamos a omitir ni a rehuir aquellos puntos en los que entendemos que
existe diferencia entre lo que el Che pensaba y trataba de llevar a la práctica
en los primeros años de la Revolución respecto a la forma más aconsejable de
organizar los mecanismos de gestión económica, y lo que hoy estamos realizando.
El Che decía que la verdad histórica debe respetarse y que fabricarla a
capricho no conduce a ningún resultado bueno y que al hacer la historia debemos
ceñirnos a la verdad como un dedo en un guante.
Tampoco vamos a realizar especulaciones acerca de lo que el Che pudiera
haber pensado o pretendido sobre una u otra cuestión si ello no resulta lo
suficientemente evidente, ni a forzar interpretaciones parcializadas y caprichosas
de sus palabras y hechos; manteniéndonos fieles también a lo que en alguna ocasión
dijera en carta a un compañero acerca de que sólo debemos decir lo que es
verdad, quitando todo lo que sepamos que no lo es y cuidándonos de no poner
nada que no nos conste que lo sea.
PARTE I:
SDPE (SISTEMA DE DIRECCION Y PLANIFICACION
DE LA ECONOMIA) Y SISTEMA DE FINANCIAMIENTO PRESUPUESTARIO. DIFERENCIAS REALES
Y APARENTES.
Algunas publicaciones en el exterior han pretendido presentar los
Acuerdos y Resoluciones del Primer Congreso de nuestro Partido sobre la
decisión de aplicar un Sistema de Dirección de la Economía basado en el cálculo
económico, como un abandono de las ideas del Che, como una retirada en la lucha
por los objetivos que él se había trazado. Y sin embargo nada más ajeno de la
realidad y de la esencia de los hechos.
Podemos afirmar sin duda alguna que nunca antes, después de la salida
del Che de nuestro país, se ha hecho un
esfuerzo más grande, más sistemático, más organizado, más intenso, más
persistente y más integral por llevar a vías de hecho los aspectos más
esenciales de su pensamiento económico y
los principales objetivos por los que
trabajó y lucho denodadamente desde sus diferentes cargos de dirigente en
cuanto a los mecanismos de organización
y gestión de nuestra economía; como el esfuerzo que se está haciendo en los
últimos años sobre todo a partir de los Acuerdos del Primer Congreso de nuestro
Partido.
Incluso no creemos exagerado afirmar que esta aseveración es válida con
referencia también al propio periodo cuando el Che estaba presente entre
nosotros consagrado en cuerpo y alma, en la prédica y en la práctica, a la
realización de sus ideas.
Porque en ese período inicial hasta el año 65 tenían lugar como
factores obstaculizantes las convulsiones producidas por las transformaciones
sociales de los primeros tiempos, nuestras fuerzas productivas no tenían además
el desarrollo que hoy han adquirido; nuestro pueblo, nuestros cuadros no tenían
la experiencia, el nivel y la conciencia que tienen hoy, ni la situación
política interna y externa era la misma
y porque además, en ese periodo como explicaba Fidel en su informe al Primer
Congreso del Partido coexistían dos sistemas de dirección de la economía en
proceso de aplicación : el de financiamiento presupuestado, propugnado y
defendido por el Che, que abarcaba la mayor parte de la industria; y el de
cálculo económico que de manera muy
incipiente, parcial y limitada se intentaba aplicar en la agricultura, el
comercio exterior y una pequeña parte de la industria. Es indudable que a tales
condiciones los esfuerzos del Che, aunque respaldados por su gran autoridad, su
gran inteligencia, tenacidad y capacidad organizativa, no podían tener el grado
de integralidad y de sistematicidad a escala nacional que hoy logramos en el
proceso de aplicación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía,
acordado en el Primer Congreso del Partido.
Si dejamos a un lado las disquisiciones teóricas acerca del mayor o
menor alcance de la Ley del Valor en el Socialismo (cuya vigencia no negó de
manera absoluta el Che) y sobre el carácter mercantil o no de los productos que
se intercambian entre las empresas estatales, ¿dónde residen las diferencias
prácticas y concretas entre lo que planteaba el Che como posible forma de
organización más adecuada de la economía y los mecanismos que hoy estamos
aplicando?
Estas diferencias son las siguientes : mientras que en el Sistema de Financiamiento Presupuestario planteado por el Che, la empresa no contaba con fondos financieros propios y no estaba obligada a cubrir sus gastos con los ingresos que obtuviera puesto que los recursos para sus egresos por los distintos conceptos le eran asignados directamente por el presupuesto y situados en el Banco específicamente con este destino, y los ingresos que obtenía producto de la venta de su producción o de sus servicios los entregaba directamente al presupuesto, en el sistema que hoy aplicamos la empresa cuenta con fondos propios para resolver una parte de sus gastos (no todos porque los gastos para inversiones le son asignados directamente por el Presupuesto) y debe además cubrir la totalidad de sus egresos con los ingresos que le produzca la venta de su producción o de los servicios que preste debiendo obtener como norma, adicionalmente a ello, una determinada ganancia, la mayor parte de la cual ingresa al presupuesto de una u otra manera aunque retiene, a su vez, una parte de esta ganancia, como estímulo a la mayor eficiencia de gestión siempre que cumpla determinados indicadores de interés social que le son impuestos centralizadamente a manera directiva : como son, por ejemplo, el plan de producción en cantidad, surtido y calidad; el plan de incremento de la productividad del trabajo y el plan de reducción de sus costos de producción.
No significa que en el Sistema Presupuestario no tuviera importancia la
ganancia y la rentabilidad: en los rudimentos más elementales de la ciencia
económica está, como algo insoslayable, la necesidad de que exista un excedente
en el proceso de producción que permita la reproducción ampliada, es decir, que
permita que cada año podamos no sólo
reponer lo que hemos consumido tanto en medios de producción como en medios de
consumo sino, además, ampliar la producción y solventar los gastos de la
llamada esfera improductiva. "La productividad - decía el Che en una
intervención en mayo 11 de 1962- nos lleva esencialmente a la creación de los
excedentes que el Gobierno Revolucionario necesita para reinvertir, ya sea en
nuevos fondos básicos para agregar más producción, ya sea en servicios como
educación, como salud pública, como todos los servicios que se prestan a la
comunidad", y añadía: "El logro de excedentes cada vez más grandes es
la tarea más importante del Gobierno Revolucionario".
Y en diciembre de ese propio año expresaba que "la rentabilidad de
las empresas es una condición esencial para el desarrollo del comunismo".
La diferencia entre un sistema y otro estriba en que para el Che esa
rentabilidad no debía medirse como diferencia entre los ingresos y egresos a
nivel de cada empresa, de cada unidad, sino que en este nivel se mediría en
relación a los costos, como avance de la productividad y como descenso de los
costos, y la rentabilidad relativa sólo será un índice, puesto que lo que
interesa es la rentabilidad general del aparato productivo a escala de todo el
país.
En el sistema que ahora aplicamos se parte, igualmente, y en coincidencia con el Che, de la
importancia priorizada de la rentabilidad global de toda la economía, a lograr
igualmente mediante una lucha constante por el aumento de la productividad y la
reducción de los costos, pero desde el
punto de vista de los mecanismos de la organización de la actividad económica
nacional, para lograr esos fines se parte
del criterio de que si la economía en su conjunto debe tener un excedente, es
decir, debe ser rentable, cada empresa y unidad, como partes integrantes de esa
economía, deben aspirar a producir un excedente, a ser rentables y aportar una
parte proporcional de esa rentabilidad
total, entendiéndose adecuado medir esa rentabilidad a nivel de cada empresa y
unidad a partir de la relación entre ingresos y gastos al final de cada período,
y utilizando una pequeña parte de la ganancia obtenida para premiar a los
colectivos de trabajadores según el grado en que cumplan el plan en todas
sus categorías y según su aporte a la economía nacional.
Otra diferencia vinculada a lo anterior y derivada de él es que en el
Sistema Presupuestario de Financiamiento no funcionaban, con destino a las
empresas estatales, el crédito ni el interés bancario, y el papel del Banco era
mucho más reducido, debiendo limitarse, en la concepción del Che, a ser una
dependencia del Ministerio de Hacienda o Finanzas, mientras que en el sistema
que hoy estamos en proceso de
aplicación, las empresas deben recurrir
al crédito para solventar una parte de sus necesidades de medios de rotación y
pagar por ello unos determinados intereses al Banco, con lo cual, según la actual
concepción organizativa, se les compulsa y estimula a ahorrar recursos y a
reducir gastos, pues a partir de cierto monto el mayor gasto de recursos les
implica tener que recurrir a un dinero más caro, el obtenido a través del
crédito, por el que tienen que pagar un interés.
Otra diferencia es que entre los mecanismos del Sistema Presupuestario
de Financiamiento no estaba naturalmente la existencia del impuesto de
circulación como una de las vías por las cuales ingresa al presupuesto una
parte sustancial del plus producto o producto excedente, creado por las
empresas, puesto que todos los ingresos iban directamente al Presupuesto,
mientras que en el sistema que hoy aplicamos está presente el mecanismo del
impuesto de circulación.
Estas son las principales diferencias prácticas que distinguen el
sistema presupuestario de financiamiento que se aplicaba bajo la orientación
del Che y el Sistema de Dirección Económica que hoy estamos implementando.
Porque hay otras cuestiones que se presentan tal vez aparentemente como
diferencias mayores y de mayor importancia, pero que, en nuestro criterio, al
profundizar en los conceptos y en los hechos concretos, no resultan diferencias
esenciales de carácter cualitativo, sino únicamente diferencias de énfasis, de
carácter cuantitativo y secundario, resultando coincidentes en lo fundamental y
esencial de la práctica: me
refiero a las cuestiones relativas a la organización empresarial y al grado de autonomía
y de descentralización de las decisiones a nivel de las empresas y unidades económicas, y la
referida a la relación entre los intereses materiales y los intereses morales presentes en el sistema
presupuestario de financiamiento y en el actual sistema que hoy aplicamos.
Sin embargo, si debemos tener en cuenta y no olvidar en ningún momento
de nuestra práctica económica que es precisamente en estas cuestiones de
diferencias de énfasis, en las que pudiéramos alejarnos de las concepciones del
Che si no supiéramos
combinar sabiamente, como es nuestro propósito y como está previsto, los estímulos materiales y los estímulos morales, haciendo
jugar a estos últimos un papel fundamental y combinar la autonomía y
descentralización en las empresas con la necesaria e indispensable centralización
en una economía planificada.
Decimos que se trata de diferencias mayores sólo en apariencia y no en
los hechos, porque no obstante que el Che planteaba que lo relativo a la
empresa era lo que distinguía de manera más inmediata al sistema presupuestario
y al de cálculo económico, puesto que en el sistema defendido por él, empresa
era según expresaba “un conglomerado de fábricas o unidades que tienen una
tecnológica parecida, un destino común para su producción, o, en algún caso,
una localización geográfica limitada", mientras "para el sistema de
cálculo económico, empresa era una unidad de producción con personalidad
jurídica propia".
En los hechos, el sistema que hoy estamos aplicando, si bien no le da
carácter de empresa, como en el caso del sistema del Che, a todo el
conglomerado de fábricas o unidades que tienen una base tecnológica parecida o un destino común para
su producción, a escala de toda la nación, tampoco cada fábrica o unidad de producción es necesariamente una
empresa con personalidad jurídica propia, sino que cada empresa es en
definitiva, también, en la mayor parte de los casos, un conglomerado de
fábricas, unidades o establecimientos para cuya agrupación se tiene en cuenta,
en primer término, su cohesión técnico económica y el destino común de su
producción e igualmente una determinada unidad territorial, es decir, una
localización geográfica limitada.
Así, por ejemplo, la empresa de Construcciones Soldadas del Ministerio
de la Industria Sidero Mecánica está integrada por cuatro fábricas; la Empresa
de Neumáticos de La Habana del Ministerio de la Industria Química por cuatro
fábricas; la Empresa de Pinturas de La Habana también del MIQ por cinco
fábricas; la Empresa de Medias del Ministerio de la Industria Ligera por siete
fábricas; la Empresa de Confecciones Masculinas del propio Ministerio por 14
establecimientos y así en general. En el país hay en total más de 60 mil
establecimientos agrupados en unas 2 900 empresas.
En el sistema que hoy aplicamos
está previsto además el desarrollo de la Unión de Empresas, que en muchos
casos puede abarcar y abarcará a todas
las unidades económicas, fábricas y empresas de una rama o subrama dada de la nación, acercándose extraordinariamente a lo que era la
Empresa Consolidada del Sistema Presupuestario del Che, cuestión que ya hoy
está de hecho presente en los casos de
la Unión de Empresas de Generación Eléctrica y de la Unión de Distribución de
Derivados del Petróleo, así como en el transporte ferroviario que ahora está en
proceso de organización, aunque, desde luego,
existen diferencias entre la organización interna de las Uniones a que hacemos referencia y la de las
Empresas Consolidadas del Sistema Presupuestario, referidas a las distinciones apuntadas al principio en
cuanto a la tenencia o no de fondos propios, a la necesidad de cubrir o no sus
egresos con sus propios ingresos y demás
cuestiones antes señaladas. Pero ya el propio Che indicaba en sus
escritos que los Combinados de Empresas que se desarrollaban en la Unión
Soviética sobre la base del cálculo económico, eran similares a las Empresas
Consolidadas que él propugnaba.
En cuanto al grado de autonomía y descentralización de funciones en las
empresas del sistema que hoy aplicamos encontramos igualmente un conjunto de analogías
con relación al grado de autonomía y descentralización que el Che planteaba
para las unidades económicas dentro de las Empresas Consolidadas del Sistema Presupuestario
de Financiamiento y las diferencias se refieren en lo fundamental a la forma
organizativa de lograrlo.
En relación con esto y refiriéndose a las facultades de los
administradores de las unidades, decía el Che que dentro de sus atribuciones
"hay que sentirse holgados y moverse con seguridad para tomar decisiones
sin necesidad de realizar expedientes, notas, memorándums, pedidos de
orientación hacia las empresas de organismos superiores del Ministerio que
empiezan a crear o que ya han creado ese mal retardatario del proceso de desarrollo
que es el burocratismo". En otro momento planteaba a estos
administradores: "Ustedes no deben ser repetidores, ejecutores; ustedes
tienen que realizar una tarea creativa". Y en otro artículo suyo planteaba
el Che que la dirección centralizada no debe significar que todas las
decisiones estén en el más alto nivel, sino el establecimiento de evaluaciones
donde la organización impida que se violen los principios y obligue a que
dentro de cada nivel de decisión se tomen las medidas necesarias sin recurrir a
otras instancias".
En un Consejo de Dirección del Ministerio de Industrias, celebrado en
diciembre de 1963, explicaba que "La centralización es la capacidad de
tener una determinada cantidad de decisiones a niveles jerárquicos
superiores". Pero añadía: "Tampoco todas en el Ministerio, una gran
cantidad y cada vez más en las Empresas y otras en las fábricas". Y un año
después, en diciembre de 1964, en otro Consejo de Dirección del propio
Ministerio, insistía “Hay una cosa que nosotros debemos aclarar y es que la
centralización nunca debe estar reñida con el máximo de iniciativa que se dé a
los individuos a diferentes niveles".
El sistema que hoy aplicamos presenta una centralización bastante
acusada en los niveles jerárquicos superiores en cuanto a las principales
decisiones y el grado de descentralización que contempla se corresponde en gran
medida con las ideas y en esencia con los propósitos planteados por el Che en
las expresiones antes citadas, aunque presente algunas diferencias formales en
cuanto a la manera de llevarse a cabo.
En lo referido a las relaciones entre el estímulo material y moral, si
bien el Che insistía en que el carácter predominante lo debe tener el estímulo
moral y que este debe constituir cada vez más el motor impulsor de la actividad
productiva del hombre, debemos tener presente que no negó en ningún momento
la necesidad de utilizar el estímulo material aun cuando lo considerase una
rémora del pasado frente al cual era necesario trabajar para. crear las
condiciones que condujeran a su desaparición en el proceso de desarrollo de la
sociedad en su marcha hacia el comunismo. Son numerosos los momentos y los artículos
en los que el Che hizo referencia a su comprensión acerca de la interrelación
entre los estímulos materiales y los estímulos morales. Así, por ejemplo, en el
antes mencionado Consejo de Dirección del Ministerio de Industrias, celebrado
en diciembre de 1963, al abordar este tema explicaba "...no hay que caer
tampoco en el espejismo de considerar
que el estímulo moral es el centro del
Sistema Presupuestario, el centro del Sistema Presupuestario es el conjunto de
acciones, dentro del cual lo fundamental
es la organización, la capacidad organizativa para dirigir, y al mismo tiempo
el desarrollo de la conciencia y el elemento de desarrollo, sobre todo a niveles de masa, a niveles más
generales, es la conjunción del estímulo
material correctamente aplicado y el estímulo moral, dándole un énfasis cada vez
mayor al estímulo moral, a medida que van avanzando las condiciones".
Ya antes, en la clausura del Consejo de la CTC en abril del año 1962,
planteaba que “en la emulación tenemos que establecer estímulos: estímulos
morales, como son los de verse los obreros individualmente o colectivamente en
un centro de trabajo como los mejores entre los mejores, y también estímulos
materiales adecuados al momento en que vivimos”. En un artículo sobre la construcción
del Partido, escrito en marzo de 1963. planteaba igualmente la interacción
dialéctica en el proceso de la construcción del socialismo entre los estímulos
materiales necesarios y los estímulos morales y decía explícitamente que el
interés material debe estar presente durante un tiempo en el proceso de
construcción del socialismo
En su artículo sobre los "Costos de producción", el Che exponía
que a las unidades de producción que mejor trabajasen en la reducción de los
costos debían dárseles estímulos materiales, fundamentalmente de carácter
social y narraba que se tenían algunas fábricas piloto en las cuales se estaban
estudiando estos sistemas de estímulo colectivo. Hoy, en el proceso de
aplicación del actual Sistema de Dirección, tenemos en este momento a 210
empresas que, de manera experimental, como empresas piloto, durante este y el
próximo año ensayarán la formación de fondos para el estímulo colectivo antes
de extenderse posteriormente al resto de las empresas del país.
En su artículo "Sobre el Sistema Presupuestario de
Financiamiento", expresaba el Che: "precisa aclarar bien una cosa: no negamos la necesidad
objetiva del estímulo material, aunque somos renuentes a su uso como palanca
impulsora fundamental". En ese propio articulo decía : “en cuanto a la
presencia en forma individualizada del interés material nosotros la reconocemos
y lo aplicamos en las normas de trabajo a tiempo con premio y en el castigo
salarial subsiguiente al no cumplimiento de las mismas" y en otro lugar añadía
que es necesario "hacer que el deber social sea el punto fundamental
en el cual se apoya todo el esfuerzo del
trabajo del obrero, pero vigilar la labor, consciente de sus debilidades,
premiar o castigar aplicando estímulos o
desestimulos materiales de tipo
individual o colectivo cuando el obrero o la unidad de producción sea o no
capaz de cumplir con su deber social".
En otro momento, en diciembre 21 de 1962, planteaba el Che: “es
evidente que el estímulo material existe en la etapa de construcción del
socialismo y no lo negamos de ninguna manera, existirá también en el socialismo;
lo único que nosotros anteponemos es siempre la parte educativa, la parte de
profundización de la conciencia, el llamado al deber como medida primera y además
del llamado al deber los estímulos materiales necesarios para movilizar a la
gente”.
En enero 20 de 1962 expresaba que: "desde el desarrollo del
socialismo y de la creación de la base material para el desarrollo socialista
hay que insistir en el estímulo material y el estímulo moral, los dos van
estrechamente unidos”.
Y en uno de sus últimos artículos "El socialismo y el hombre en
Cuba", escrito en
marzo de 1965, de nuevo el Che planteaba la importancia de: elegir
correctamente el instrumento de movilización de las masas. Ese instrumento debe
ser de índole moral, fundamentalmente", pero añadía, "sin olvidar
una correcta utilización del estímulo material sobre todo de naturaleza
social".
Nos hemos extendido recurriendo a varias expresiones del Che sobre el
tema, manifestadas en diversos momentos, porque tal vez sea ésta la cuestión
acerca de la cual se pretenda hacer ver una mayor diferencia entre sus
concepciones y la política que hoy seguimos.
El Sistema de Dirección de la Economía, que actualmente está en proceso
de aplicación a partir de los Acuerdos del Primer Congreso del Partido,
contempla la utilización de los estímulos materiales sin restarles importancia
a los estímulos morales propugnados por el Che. Ello está perfectamente
expresado en el informe del compañero Fidel al Primer Congreso del Partido, cuando
explicaba que, en el nuevo sistema que se proponía, el valor de los estímulos
materiales era relativo y que "sigue siendo un factor fundamental y
decisivo el aspecto político, el aspecto ideológico y el aspecto moral “.
En otro momento de su informe decía Fidel: "funcionan algunos
estímulos económicos bastante restringidos que se usan como mecanismos para
mejorar la eficiencia de la economía, para premiar justamente a los obreros y colectivos
de obreros que más a porten a la sociedad con su trabajo y con su esfuerzo.
Pero junto a ello - continuaba Fidel - y como parte de los principios en que se
basa este Sistema de Dirección de la Economía, los estímulos morales tienen que
ser empleados porque en realidad nosotros hemos hablado mucho de estímulo moral
y hemos dado pocos estímulos morales. El papel de los estímulos morales tenemos
que elevarlo mucho más. Hay mucho por hacer todavía en el terreno de los
estímulos, morales y de la profundización de la conciencia de las masas",
concluía Fidel.
Por otro lado, debemos tener presente que, aunque el Che consideraba al
Sistema Presupuestario de Financiamiento como un esquema de acción más
conveniente para elevar la eficacia de la gestión económica del Estado
Socialista y profundizar la conciencia de las masas, ello no significa que
considerase al sistema de cálculo económico contradictorio con estos fines y
eso lo dejó expresado en más de una ocasión. En su artículo "Sobre el
Sistema Presupuestario de Financiamiento" escribió que: "El cálculo económico ha demostrado su
eficacia práctica y, partiendo de las mismas bases, se plantea los mismos
fines".
En enero 20 de 1962, en una reunión bimestral del Ministerio de
Industrias, aclaraba: "De ninguna manera quiere decir que la autonomía
financiera de la empresa más el estímulo material, en la forma en que está
establecido en los países socialistas vaya a ser una fórmula que impida el paso
al socialismo ni nada por el estilo".
Asimismo, es necesario tener en cuenta también que el Che estaba
consciente de que el sistema que proponía tenía elementos representantes de
algo nuevo que necesitaba la prueba de la experiencia práctica y acerca de ello
planteaba en diciembre de 1962: "Nosotros estamos en la etapa de
construcción del socialismo y hemos adoptado en este Ministerio y en varios
ministerios más, como cosa experimental, una fórmula algo distinta de la
utilizada en otros países socialistas". Y en otro momento, con la
honestidad y sentido realista, práctico y autocrítico que lo caracterizaban,
después de afirmar las ventajas que,
según su opinión, tenía el sistema que defendía, advertía con sinceridad
admirable : "Cargada de subjetivismo, la afirmación
requiere la sanción de la experiencia y en eso estamos; si en el curso de ella,
se demostrara que es un freno peligroso para el desarrollo de las fuerzas
productivas, habría que tomar la determinación de cortar por lo sano y volver a
los caminos transitados".
PARTE II:
COINCIDENCIAS Y DEUDAS CON EL
CHE QUE SE TRATAN DE SOLVENTAR EN EL PROCESO DE APLICACIÓN DEL SDPE.
En todas las demás cuestiones acordadas por el Primer Congreso sobre el
Sistema de Dirección de la Economía que hoy estamos tratando de llevar a vías
de hecho, no puede haber la menor duda de que existe correspondencia con los
objetivos por los que luchaba el Che y con la esencia misma de su pensamiento
en cuanto a la organización de nuestra economía.
El sistema que hoy aplicamos plantea y fortalece el papel rector de la
planificación en todo el proceso
de funcionamiento de la economía socialista y la autoridad que debe tener el
plan y el organismo central de planificación en la conducción de la gestión
económica. El Che planteaba que la planificación centralizada es el modo de ser
de la sociedad socialista, su categoría definitoria. Ya en marzo de 1960
expresaba que "la palabra de orden en este momento es la de
planificación". Y refiriéndose al papel de diferentes organismos del Estado, en cierta ocasión
planteaba con respecto a la JUCEPLAN, que calificaba como el organismo más
importante de la economía; “que la tarea
principal de JUCEPLAN respecto a nosotros es confeccionar un plan
perspectivo definitivamente, establecer
normas por las cuales se deben regir los organismos para seguirlo;
establecer en el menor tiempo posible un código uniforme, veraz y completo que
sirva para todos, una metodología; establecer el sistema de contratos y analizarlos; establecer un aparato de control
que permita actuar rápidamente y de forma dinámica sobre las — empresas y
organismos que incumplan el plan". Asimismo, planteaba la conveniencia
de que trabajara "rápida ya seriamente en las normas de insumo, única
forma de controlar las necesidades de abastecimientos'.
Y aprovechando la honrosa oportunidad que se me ha dado de hacer las
conclusiones de este importante evento les pido disculpas a los compañeros
economistas de los demás organismos por
no poder resistir, como Presidente de la JUCEPLAN, a la tentación de traer a
colación, al referirme a los criterios del Che acerca de la planificación y en
momentos en que estamos enfrascados en el cumplimiento de los calendarios y
procedimientos establecidos para la elaboración del plan anual de 1980, del
próximo plan quinquenal y de la Estrategia de Desarrollo hasta el año 2000 respecto a los cuales se han producido varios
atrasos de importancia, unas
palabras que pronunciara en una reunión del Consejo de Dirección del Ministerio
de Industrias el 14 de julio del año 1962. En esa oportunidad planteó el Che:
"las fechas de JUCEPLAN, de ahora en adelante deben considerarse sagradas.
Yo les prometo trabajar lo más posible para garantizar que JUCEPLAN sea un
organismo realmente movilizador y controlador de la economía, pero al mismo
tiempo voy a exigir y sobre todo a este organismo le voy a exigir al máximo que
las fechas que da JUCEPLAN sean fechas sagradas". Y dirigiéndose a los
directores de empresas les reprochaba que no tuviesen – como la tarea No. 1 la
referida al Plan porque ése debía ser el centro de todo.
En otro momento, en su artículo "Discusión Colectiva, Decisión y
Responsabilidad Únicas'', el Che expresaba la necesidad de que "la empresa
debe recurrir a sus funcionarios y obreros para discutir los planes, para
incorporar a la gente a la producción y a los problemas de la producción de tal
forma que el resultado final sea algo vivo, producto de discusiones prácticas
sobre temas determinados y que puedan ofrecerse conclusiones acabadas". En
correspondencia con este criterio una parte importante y de primer orden
prevista en el actual Procedimiento de Planificación es la relativa a la
obligatoria discusión del proyecto de plan en cada empresa y unidad con sus
funcionarios y trabajadores.
Hoy luchamos por la realización y valorización de los inventarios en todas y cada una de las
empresas, por la confección de las
normas de inventarios; por mantener a éstos al día; porque se desarrolle y
aplique consecuentemente el sistema de contabilidad nacional; porque se aplique
como está establecido el sistema de información estadística, se brinde la información primaria a tiempo y con la calidad adecuada y que se
apliquen consecuentemente el reglamento de costos y los sistemas de costos
ramales que se han elaborado. En todos estos aspectos se manifiestan atrasos, indisciplinas,
incomprensiones y baja calidad como se puso en evidencia en el chequeo
efectuado a fines del pasado año y comienzos del actual.
En relación con estos aspectos planteaba el Che en uno de sus artículos
: “dentro del trabajo de control también todo lo relacionado con los
inventarios, cantidad de materias primas y cantidad de productos o digamos
piezas de repuesto de productos terminados que están en una unidad, en una empresa deben tener una
contabilidad perfecta y al día y que nunca se pierda esa contabilidad, única
garantía de que podamos trabajar con cierta soltura de acuerdo con la distancia
de donde tenemos que traer nuestros abastecimientos
y en todos los inventarios también - continuaba el Che- para poder trabajaren en
una forma científica, hacer el inventario de medios básicos, sobre fondos básicos, es decir, el
inventario de todos los equipos que
posee la fábrica para que también se puedan manejar centralmente, para tener
una idea clara de su depreciación, o
sea, del tiempo en que se van a desgastar, del momento en que hay que
reemplazarlos y ver dónde y en qué lugar hay un equipo que no se esté usando al
máximo y pueda ser trasladado de un lugar a otro".
En este último aspecto también hoy se realiza un esfuerzo,
principalmente bajo la orientación y organización del CEATM, para que los
inventarios ociosos y los medios de producción ociosos salgan de sus
madrigueras de inutilidad y sean trasladados hacia los lugares donde son
necesarios y puedan prestar su utilidad social.
"La primera tarea que debe plantearse un administrador que quiera
conocer bien su unidad -decía el Che -es informarse de lo que hay en la unidad
y para informarse hay que tener una serie de índices, hay que aprender a usar
las cifras". E insistía: "para todo este proceso organizativo es
necesario tener controles muy exactos; los controles empiezan en la base,
empiezan en la unidad pro ductiva. Tenemos que crear una base estadística
suficientemente digna de confianza para sentir la seguridad de que todos los
datos que se manejan son exactos, así con el hábito de trabajar con el dato estadístico,
saber utilizarlo, que no sea una cifra fría como es para la mayoría de los
administradores de hoy, salvo quizás, un dato de la producción, sino que es una
cifra que encierra toda a una serie de secretos que hay que develar detrás de
ella".
Y en otro lugar, de nuevo insistía el Che: 'no se puede dirigir si no
se sabe analizar, y no se puede analizar si no hay datos verídicos, y no hay
datos verídicos si no hay todo un sistema de recolección de datos confiables, y
no hay un sistema de recolección de datos confiables si no hay toda una
preparación de un sistema estadístico con hombres habituados a recoger el dato y
transformarlo en número, de manera que ésta es una tarea esencial".
Con relación a los costos de producción, sobre los que hoy insistimos
tanto, conocido es que, dentro del sistema de financiamiento presupuestario
propugnado por el Che, el control de los costos y el análisis de estos era la
tarea fundamental y el índice principal para medir la gestión de la empresa.
En relación con los cobros y pagos y la necesidad de ser disciplinados en éstos, y respecto a lo cual
tenemos hoy tanta indisciplina, planteaba el Che en marzo 9 de 1963 que "la
obligación de toda nuestra organización industrial no es solamente producir
sino producir y entregar y al entregar cobrar”.
En su conferencia ante la televisión hecha el 26 de febrero del año
64 el Che señalaba y criticaba la indisciplina financiera existente y
expresaba "la indisciplina financiera se observa en la falta de pagos,
en la falta de cobros en los balances y digamos, su expresión más amplia, en el
cumplimiento o no de la aportación al presupuesto estatal".
¡Cuánta actualidad y vigencia tienen estas palabras y estos
señalamientos del Che en las
condiciones actuales de aplicación del Sistema de Dirección de la Economía en
que se manifiestan estas mismas indisciplinas financieras!
En más de una ocasión el Che censuró a las empresas y a los organismos
por no cumplir los contratos de entrega de productos convenidos con otras
empresas y señalaba críticamente la falta de sanciones para aplicar a los
incumplidores. Respecto a estas
relaciones contractuales y con la necesidad de dilucidar los litigios que surjan
entre empresas con respecto a ello y de sancionar a los culpables, acabamos de
crear nuestro Órgano Nacional de Arbitraje y están en proceso de organización
los organismos territoriales. Sobre la importancia de esta institución en marzo
del año 1963, expresaba el Che: "quiero insistir en el uso adecuado de la
Comisión de Arbitraje, ya sea la comisión de arbitraje interministerial o la
comisión de arbitraje interna. La Comisión de Arbitraje debe ser un lugar
utilizado constantemente cada vez que se produzca un problema porque es un
lugar donde se reflejan las inexperiencias administrativas nuestras".
El Congreso del Partido acordó como una de las cuestiones más
importantes y decisivas y a la
vez más complejas en el proceso de aplicación del Sistema de Dirección de la Economía
lo relativo a los precios y la necesidad de realizar una reforma de los
precios mayoristas, En estos momentos y en los marcos de este proceso, el
Comité Estatal de Precios tiene ya elaborada una propuesta lista a discutirse
con los organismos superiores del Partido y del Gobierno sobre un reajuste
general a los precios al por mayor que
comenzaría a ejecutarse a partir del año 81.
En relación con esta cuestión, y en momentos en que esta tarea era una
responsabilidad de la Junta de Planificación, el Che expresó en 1963: "La
JUCEPLAN debe darle un énfasis especial a todo el complejo problema de los
precios, incluido el de los salarios, que está distorsionando cada vez más
nuestras relaciones internas y puede ser causa en pocos años de profundas
conmociones económicas y por ende sociales".
Desde los primeros momentos el Che le dio una extraordinaria
importancia al problema salarial y en abril del año 1962 planteaba que
"sin una adecuada reestructuración de los salarios no podemos seguir
adelante en nuestras tareas". Bajo la dirección del Che se elaboró el
primer sistema salarial confeccionado después del triunfo de la Revolución
sobre la base de la aplicación consecuente del pago según la cantidad y la
calidad del trabajo. Hoy el
sistema salarial vigente se encuentra deformado por múltiples factores que se
han ido manifestando a lo largo de varios años y no se corresponde con las
exigencias del momento actual y con las necesidades del Sistema de Dirección y
Planificación de la Economía que estamos aplicando.
Dentro de este proceso el Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social
ha elaborado una propuesta de reestructuración del sistema salarial sobre la
base de los mismos principios que tuvo en cuenta el Che al elaborar el sistema
anterior, principalmente: la calificación que exija el trabajo dado, el
esfuerzo físico que demande y el costo de la vida en la región donde el
individuo labore.
Algunas decisiones parciales se han tomado para resolver problemas
salariales aislados, lo que ha sido critica do reiteradamente por el compañero
Fidel porque en lugar de contribuir a la solución del desajuste salarial
existente ha sido un factor que ha coadyuvado a su empeoramiento.
En este sentido es también de destacar el pensamiento del Che sobre la
necesidad de hacer cualquier reajuste salarial de una manera integral y no
parcial. En marzo del año 62 planteaba al respecto: "porque de lo que
tenemos que huir es de una discusión fragmentaria, si nosotros entramos a la
discusión como hasta ahora lo hemos hecho en un centro de trabajo que plantee
una serie de dificultades salariales y de diferencias salariales, de
injusticias, se arregla ese centro de trabajo, pero un centro de trabajo tiene
50, 60, 100 calificaciones salariales. Al reparar esa injusticia se crean
nuevas injusticias por comparación", y concluía el Che: "ahora
nosotros tenemos que hacer esas comparaciones de tal manera que no sean con
respecto a un lugar, a un centro de trabajo, a una cosa, sino al total de la nación".
En correspondencia con este pensamiento del Che es que se ha trabajado
en la elaboración de una propuesta de reestructuración integral del sistema
salarial del país.
El Che planteó la necesidad de que los cuadros de dirección de la economía
estudiaran y se preparasen y con este objetivo creó las Escuelas de
Administradores de Empresas. Hoy para
el proceso de aplicación del Sistema de Dirección de la Economía se ha creado
una Escuela Nacional y una red de escuelas provinciales por donde pasan cursos
de capacitación los Directores y Subdirectores económicos de nuestras empresas
y dirigentes de otros niveles de los organismos. Sobre este aspecto el Che
planteaba que "sin que exista una base
de conocimientos elementales mínimos no se puede dirigir una
industria", y señalaba en su comparecencia de televisión de febrero del
año 64 que : "además a todos los administradores que están escuchándome
o que tengan la desgracia de leer o de enterarse mañana vamos a seguir
haciéndolos estudiar de todas maneras y van a seguir estudiando mientras sean
administradores, además no puede ser de otra manera, todos tenemos que estudiar
y estudiar constantemente. Estamos en continua evolución, en continuo
aprendizaje, no podemos dormirnos sobre los laureles”.
A partir de los Acuerdos del Primer Congreso del Partido hoy se
desarrolla un activo proceso de cooperativización del sector campesino, y ya
desde abril del año 59, en una intervención del Che, éste planteaba la
necesidad de enseñar al campesino la importancia del cooperativismo.
Hoy estamos elaborando por primera vez en nuestro país una estrategia
de desarrollo como primera etapa para la confección de un plan perspectivo a
largo plazo hasta el año 2000, tarea que el Che insistentemente planteó como algo
necesario a realizar en un momento determinado. En esa misma intervención por televisión a que he
hecho referencia en varias ocasiones abordó el Che esta necesidad y decía:
"Cada vez, a medida que aumente nuestra planificación, nosotros tendremos
que ir mirando más lejos. Desgraciadamente todavía no tenemos capacidad para
hacer una proyección larga hacia el futuro que nos permita trabajar cómodamente
dentro de índices y nos permita saber bien dónde estamos situados en cada
momento", En mayo del año 62, al
estar en el proceso de elaboración de un plan por 4 años el Che había planteado
: "ahora nos consideramos unos héroes por haber hecho un plan de 4 años, sin embargo inmediatamente
nos damos cuenta que esos 4 años no marcan un límite donde se pueda pasar al
desarrollo y esperar que a caben los 4
años y empezar a planificar para 4, 5 y 10 años más, porque la vida del país está unida, está toda
encadenada y no se puede dividir. De tal manera que tenemos que prever las
inversiones que van a llegar al final del periodo planificado y que pasan al
otro periodo y las nuevas inversiones que van a completar a éstas".
Y en otro momento en ese propio año 62 planteó el Che que
"un plan perspectivo de 4 años no es plan perspectivo, tenemos que crear
un nuevo aparato que fije el plan perspectivo a 10 años por lo menos y a más
tiempo, sobre grandes líneas".
Como uno de los acuerdos más importantes del Primer Congreso del
Partido ha tenido lugar en nuestro país un proceso de institucionalización,
de definición de las funciones de los diversos organismos estatales; se
suprimieron algunos y se crearon otros nuevos, se han esclarecido las
relaciones entre unos y otros organismos y se está en proceso de precisión de
aquellos aspectos aún no suficientemente
claros; se crearon los órganos locales del Poder Popular como instrumentos
que permiten la participación sistemática y directa de las masas en las cuestiones del gobierno y en la dirección
de los asuntos sociales.
Y en todo esto también se halla plasmado en la realidad el pensamiento
y los objetivos del Che. En un artículo suyo, escrito en el año 63 planteaba:
"Los aparatos estatales no se desarrollaron mediante un plan Único y con
sus relaciones bien estudiadas, dejando amplio margen a la especulación sobre
los métodos administrativos". Y continuaba el Che : " Podemos
considerar la organización como nuestro
problema central y encararla con todo el rigor necesario", "...
jerarquizar los problemas adjudicando a cada organismo y cada nivel de decisión
su tarea, establecer las relaciones concretas entre cada uno de ellos y los
demás, desde el centro de la dirección
económica hasta la última unidad administrativa y las relaciones entre sus
distintos componentes, horizontalmente, hasta formar el conjunto de las
relaciones de la economía", concluía el Che este pensamiento.
En su artículo, escrito en 1965, "El Socialismo y el hombre en Cuba" decía que faltaba aún
una conexión más estructurada con la
masa y que era necesaria una serie de mecanismos, las instituciones
revolucionarias – y decía textualmente : "en la imagen de las
multitudes marchando hacia el futuro
encaja el concepto de institucionalización como el de un conjunto armónico de
canales, escalones, represas, aparatos bien aceitados que permitan esa marcha", "esta institucionalidad de la Revolución -expresaba
el Che- todavía no se ha logrado, buscamos algo nuevo que permita la perfecta
identificación entre el gobierno y la comunidad en su conjunto ajustada a las condiciones peculiares de la
construcción del socialismo y huyendo al máximo de los lugares comunes de la
democracia burguesa". Los Órganos del Poder Popular creados y ya en
proceso de funcionamiento y la reestructuración institucional llevada a cabo en
general en el país constituyen sin duda, la respuesta a esta necesidad y a este
pensamiento planteado por el Che.
Desde el año 1970 el compañero Fidel hizo un énfasis especial en
deslindar las funciones del Partido de las de la Administración y éste fue uno de los temas que abordo en el
Primer Congreso del Partido y sobre el que se tomaron acuerdos y se ha venido
trabajando exitosamente en todos estos años para superar ciertas confusiones
que se habían manifestado en este sentido.
Estos acuerdos del Congreso y lo que al respecto ha sido reglamentado
en los Estatutos y otros documentos partidistas coinciden también plenamente
con las ideas que sobre esta cuestión fueron planteadas por el Che en diversas
ocasiones. En una reunión, celebrada en diciembre de 1963, expresaba que
"el Partido no puede convertirse en un auxiliar administrativo, el Partido
es quien debe fijar, a través de sus orientaciones nacionales las grandes
direcciones y después colaborar con los órganos de poder inferiores, para que
las directivas de menor acción, las que están en las Empresas, en las fábricas
también se impulsen". Planteaba que el Partido debía ser el motor interno de toda la
sociedad y el supervisor del trabajo de toda la sociedad, del trabajo
administrativo y de todo tipo de trabajo y que tiene derecho a discutir con la
administración y a controlarle su trabajo pero lo que no puede hacer el
Partido, aclaraba el Che, es asumir
funciones administrativas, no puede
sustituir las facultades y responsabilidades de la Administración ni
esta puede renunciar a su autoridad porque entonces el Partido no podría jugar
su papel de supervisión y de control.
Y exponía el Che textualmente con su acostumbrada honestidad : "Si Ud. le encarga al Secretario del Partido de tal
lado que le haga toda una serie de trabajos administrativos, después no le
puede pedir a ese mismo compañero que
informe, porque por muy bueno que sea, su informe va a ser parcial por la
misma razón que a mí no me pueden
llamar para que haga una inspección en el Ministerio de Industrias; es muy
difícil, no es lógico; no es correcto, por muy honesto que yo sea; aquí están toda una serie de errores míos,
plasmados por decisiones mías que yo las voy a dar como correctas, que son
producto de mis decisiones y no puedo
ser yo quien analice esto, tiene que ser otra persona el que lo analice”.
Creo que en ningún otro lugar podemos encontrar mejor expuesto el papel
de control que debe jugar el Partido y la comprensión que acerca de la
necesidad de ese control debemos tener los que dirigimos y trabajamos en los
aparatos administrativos.
Presentes están, como hemos podido ver, el pensamiento y las
aspiraciones del Che en todos y cada uno de los actos de la Revolución y se han
visto plasmados en la realidad de nuestro país en todos los terrenos; y sus
ideas, sus orientaciones sobre la organización de la economía se hallan
presentes en estos momentos en los esfuerzos que estamos desarrollando.
Sin embargo, y de manera autocritica, debemos decir que
lamentablemente aún son muchos los aspectos en los cuales no hemos avanzado lo
suficiente o hemos avanzado muy poco, y que sus palabras pronunciadas en
aquellos momentos frente a numerosos problemas y males mantienen hoy toda su
vigencia y toda su actualidad porque dichos problemas y males permanecen
también hoy con una vigencia y actualidad golpeantes.
Tengo en cuenta problemas, como, por ejemplo, el de la calidad en
nuestra producción. Recordemos que esta fue una de las batallas más
constantes dadas por el Che, junto a la lucha contra el ausentismo, contra el
burocratismo, la indisciplina laboral, las debilidades de los administradores, contra
el acomodamiento, la "blandengueria", el amiguismo y la coexistencia
con lo mal hecho, cuestiones que aún
se manifiestan en determinadas esferas de nuestra actividad, que afectan y
lastiman a nuestra población y que son motivo de preocupación por parte de la
dirección de nuestro Partido como fuera expresado recientemente en la
Resolución aprobada en el último Pleno del Comité Central y publicada en la
prensa y frente a las cuales se están estudiando y tomando todo un conjunto de
serias y radicales medidas para eliminar esos rezagos y deficiencias
incompatibles con los principios de nuestra Revolución y con la sociedad que
construimos.
PARTE III:
TAREAS INMEDIATAS, MEDIATAS Y A
LARGO PLAZO DE LOS ECONOMISTAS Y CODIGO DE CONDUCTA A SEGUIR POR LOS MISMOS
COMO DIRIGENTES, FUNCIONARIOS Y ESPECIALISTAS.
La lucha planteada por el Che en todos los aspectos que hemos mencionado,
la que estamos librando de manera adecuada y la que aún no estamos
desarrollando de la manera más eficiente, es una responsabilidad que debemos
encarar todos y cada uno de nosotros en correspondencia con la responsabilidad
que cada uno tiene.
Nosotros, los economistas, estamos obligados a dar una contribución
decisiva en la solución de los problemas de nuestro pueblo, a dar una contribución decisiva en la
construcción del Socialismo y el Comunismo en nuestro país;
--en el desarrollo de la base técnico material de nuestra sociedad, de
las fuerzas productivas, de nuestras relaciones de producción, en la
modificación de la estructura de nuestra economía, de tal manera que se
eliminen sus puntos débiles y que logremos la estabilidad necesaria en la dinámica
de nuestro desarrollo económico para poder darles respuesta satisfactoria a las
necesidades crecientes de nuestro pueblo;
--en el enfrentamiento y la solución de los problemas más inmediatos,
que no debemos dejar para después y ante los cuales debemos dedicar todos nuestros empeños, tanto frente a los de
índole objetiva como a los de carácter subjetivo, pero sobre todo frente a
estos últimos, que dañan, hieren y lastiman la sensibilidad revolucionaria de
nuestro pueblo en un año además,
en que, a las dificultades previstas y explicadas por la situación de los bajos
precios del azúcar en el mercado mundial
y las restricciones de ello derivadas, se han sumado algunos factores negativos
adicionales de carácter casual como son la aparición de una enfermedad fungosa en nuestras siembras de tabaco que
afectó a más de mil caballerías y que no
se manifestaba desde hace 22 años en nuestro país, pues para que ello tenga lugar
es necesario que coincidan ciertas condiciones de humedad atmosférica, temperatura ambiental y
nubosidad que no concurren frecuentemente; la afectación por las lluvias y el consiguiente atraso en las
cosechas de viandas y hortalizas, una
huelga en puertos de Inglaterra a comienzos de año y dificultades de distinta índole
con otros suministradores de algunos países socialistas que han representado
embarques tardíos de ciertos productos, lo que ha incidido, por ejemplo, en una
insuficiente producción y distribución de detergente durante dos meses y en
otras afectaciones similares; problemas climáticos que han dañado la producción
de sal fina, y una rotura imprevista en la refinería "Ñico López" que
ha afectado la distribución de gas licuado a la población, sobre todo de la
Ciudad de La Habana, la que a su vez aún
tiene que sufrir la ya prolongada molestia de las dificultades con el
transporte urbano donde, a pesar de una
cierta asignación de recursos, no se ha podido superar la situación por
problemas de organización, de control y de relajamiento de la disciplina como
se señala en la Resolución del Comité Central.
Todas estas son cuestiones de las que tenemos plena conciencia; algunas
como la del detergente ya se han solucionado y otras están en vías de solución
y por orientación de la dirección del Partido, del Gobierno y del compañero
Fidel en particular, se están dando todos los pasos necesarios para resolver
las que están pendientes, y los que tenemos responsabilidades como
dirigentes en los organismos económicos del país no nos sentimos y no podemos sentirnos totalmente disculpados
ni justificados por todos los factores objetivos y algunos de ellos casuales antes mencionados; estamos
haciendo todo lo posible por atenuar las dificultades actuales a la vez
que examinando crítica y autocríticamente
los errores subjetivos que podamos estar cometiendo, y que nos han hecho ser
incapaces para dar cumplimiento a las orientaciones del Partido y de Fidel, y
resolver problemas que en parte por lo menos debían estar resueltos.
A los economistas, a los dirigentes de mayor o menor jerarquía,
funcionarios de mayor o menor nivel, especialistas universitarios o medios en
una u otra actividad: planificadores,
financistas, estadísticos, contadores, nos atañen todos estos problemas y
debemos sentir la responsabilidad de ayudar a resolverlos porque es una
obligación social nuestra.
A la vez tenemos que trabajar en los planes a mediano y largo plazos
porque sólo a través de ellos podemos aspirar a resolver de manera permanente y
estable los problemas de fondo de nuestro país.
Las vías para el desarrollo de nuestros fondos
exportables y las formas para su estimulación; el lograr un uso más racional de
nuestros recursos; la decisión acerca de la inversión más productiva de
nuestros medios; la decisión acerca de las formas organizativas más ágiles,
menos burocráticas; la solución a todos los problemas y trabas que aún tienen
nuestros mecanismos de gestión económica.
En definitiva la creación de las condiciones para la satisfacción
creciente de las necesidades de nuestro pueblo,
para la solución de sus problemas dependerá en gran medida del trabajo
que desarrollamos los economistas frente a todas y cada una de estas
cuestiones, y debemos estar conscientes de esa responsabilidad, desde los
que ocupamos cargos de cierta jerarquía
en la conducción de las actividades económicas de nuestro país, hasta los que desarrollan la labor más sencilla en las
empresas o unidades económicas.
Sobre todos nosotros pesa el compromiso de ayudar a darles solución a estos problemas, de
contribuir con la dirección del Partido y el Gobierno a lograr el desarrollo de
nuestro país, a conquistar ese desarrollo con inteligencia, con tesón;
conscientes de nuestras posibilidades, teniendo en cuenta que somos un país
pobre, con escasos recursos naturales,
sin fuentes energéticas propias, de limitada extensión geográfica, alejado a
miles de millas de la comunidad socialista, sometido a las presiones, al bloqueo y al sabotaje económico
del imperialismo; teniendo en cuenta que por todo esto se hace necesario desplegar una mayor iniciativa
creadora y proponernos objetivos modestos a partir de estas circunstancias.
Las soluciones que tenemos que encontrar tienen
que ser sobre la base de la máxima eficiencia en el uso de los recursos
disponibles; somos economistas de un país pobre y como tales tenemos que buscar
las soluciones correspondientes. Los
problemas de nuestro pueblo no pueden resolverse a partir de propuestas y de
medidas que impliquen gastos abundantes de recursos o que presupongan la
exigencia de recursos imposibles de obtener; tienen que ser propuestas y
medidas principalmente y en primer lugar en el campo de la eficiencia de los
factores subjetivos, de la organización de la economía, del aprovechamiento
máximo de sus recursos.
También en este terreno tenemos que tener presente el pensamiento y el
ejemplo del Che, tenemos que ser austeros como revolucionarios en lo personal y
austeros como economistas de un país pobre; estar conscientes de que es imprescindible sacrificar el logro de
aumentos significativos del consumo
inmediato en los próximos años para dedicar
el peso fundamental de nuestros recursos al desarrollo, a lograr eliminar las
debilidades de nuestra economía, y en actividad de ortopedia económica,
modificar su estructura aún deformada, asegurando a las generaciones futuras,
las condiciones adecuadas para la satisfacción de sus necesidades racionales
sin las dificultades, incertidumbres, inestabilidad y zigzagueos de la
situación actual.
Ese es nuestro deber actual, esas son nuestras
posibilidades actuales, ese es el único camino serio, responsable y honesto que
nosotros, como economistas y dirigentes, debemos seguir ante nuestro pueblo, ante el cual no podemos hacer ningún
tipo de demagogia, ante el cual debemos hablar con toda sinceridad ante el cual estamos obligados a explicarle e
informarle sobre el porqué de una u otra política, el porqué de una u otra
medida, convencidos de que si es justa, si es razonable el pueblo la entiende y
la apoya, porque es un pueblo revolucionario, un pueblo con una alta conciencia demostrada en todas las
ocasiones.
Pero eso sí, debemos demostrarle también que somos
responsables, que somos capaces, que usamos adecuadamente los recursos que el
crea con
su
esfuerzo y con su sudor, que sabemos ahorrarlos, invertirlos correctamente y
administrarlos con diligencia, celo, honestidad y eficiencia para lograr,
dentro de nuestras posibilidades, lo que es el objetivo fundamental del
socialismo: satisfacer las necesidades racionales de la población. El pueblo
tiene derecho a pedirnos cuenta por nuestro trabajo económico y nosotros el
deber de rendirle cuenta.
La tarea principal de todos nosotros es hacer que nuestro mecanismo económico
en todos sus engranajes funcione como una maquinaria perfecta, permanentemente
aceitada; que permita en su funcionamiento que los problemas deban recorrer el
camino más corto para su solución, la que debe ser conseguida con la menor
cantidad de recursos posibles.
Esto hay que lograrlo en el proceso de confección de nuestros planes,
en la elaboración de nuestras normas de
trabajo y en su cumplimiento, en la Organización Científica del Trabajo, en la
organización de la producción en el interior de cada fábrica y de cada granja;
en la organización de las relaciones entre unas y otras empresas de la economía;
hay que lograrlo en la elaboración de nuestras normas de consumo materiales; en
la elaboración y manejo de nuestras normas
de inventario, hay que lograrlo en el proceso de elaboración de nuestros
proyectos constructivos; en la elaboración de las normas de tiempo necesarias
para la ejecución y puesta en marcha de nuestras inversiones; en la
organización de nuestro transporte y en las normas por las que debe regirse.
Debemos trabajar incansablemente por lograr estos propósitos y como una
tarea de primer orden está la de aplicar consecuentemente todo lo establecido
en relación con el Sistema de Dirección
y Planificación de la Economía, corrigiendo sobre la marcha los elementos erróneos
que pueda tener, pero sobre todo y en primer término cumpliendo lo ya
establecido de manera estricta y rigurosa; eliminando rápidamente todos los
momentos de indisciplina económica y
financiera que se manifiestan entre nosotros.
No dejarnos ganar por la impaciencia ni tampoco abandonarnos a la apatía
ante los problemas y dificultades. Huir tanto de la rutina como de la
improvisación. Pero lo fundamental que debemos manifestar los economistas en lo
relativo a la aplicación del SDPE es constancia, perseverancia, tenacidad,
confianza y disciplina administrativa, económica y financiera. Y si me pidieran
les dijese cuales, dentro de estas cualidades, deben ser las tres principales
que se pongan de manifiesto entre nosotros, para contribuir al máximo a la más
pronta aplicación del Sistema y al logro más rápido de la eficiencia económica,
les respondería que en primer lugar la disciplina y la responsabilidad, en segundo
lugar, la disciplina y la responsabilidad y en tercer lugar la disciplina y la
responsabilidad.
Son múltiples las tareas concretas que debemos abordar los que
trabajamos en el frente de la economía, en otros muchos aspectos: es necesario
precisar las vías para determinar y
lograr la eficacia económica de las distintas ramas incluyendo las de la esfera
improductiva, Es importante esclarecer todos los aspectos cualitativos y cuantitativos relacionados con este tema,
determinar en qué sentido y hasta dónde
es eficiente el crecimiento que debe tener una u otra de nuestras actividades;
trabajar para precisar y esclarecer la
eficacia de las investigaciones científicas con respecto a los fines del
desarrollo económico para poder precisar hasta dónde debemos destinar nuestros
escasos recursos a estos fines, no frenando el progreso científico el cual
requiere indispensablemente de la investigación pero a la vez realizando ésta de
la manera más eficiente y con el menor gasto posible de medios; es necesario
precisar las proporciones más adecuadas
que deben existir entre el consumo personal y social en nuestro proceso de desarrollo
económico y qué variaciones deben irse produciendo en esas proporciones.
Debe trabajarse en el estudio analítico del balance de ingresos y
egresos de la población; en la modelación económico matemática de las
relaciones del balance intersectorial como instrumento de análisis y de
planificación: se hace necesario profundizar en el análisis de la eficiencia
del proceso inversionista y de la explotación
de los fondos básicos a niveles de empresa, rama y sectores de la economía
nacional, las vías para reducir los plazos de construcción, las cuestiones
relacionadas con la política de
reposición de los fondos en existencia, el estudio de la utilización de las
capacidades de producción existentes en particular en las ramas industriales y
las vías para su elevación; el análisis económico de las posibilidades de
explotación de los principales recursos
naturales: el agua, la tierra y los recursos de la plataforma, tomando
en consideración la necesidad de mantener el equilibrio ecológico y la pureza
del medio ambiente.
Es necesario profundizar en los análisis sobre el costo de oportunidad
en divisas extranjeras a la hora de determinar una inversión donde se sustituye
un equipo extranjero por fuerza de trabajo nacional. En relación con el proceso
inversionista se hace indispensable mejorar nuestro trabajo, profundizar más en
su análisis, en los trabajos de elaboración de cada propuesta y tarea de
inversión y en el cumplimiento del Reglamento y demás documentos que norman
este proceso. Ustedes,
economistas que trabajan en los diferentes organismos y empresas, son los
encargados de realizar esa labor y esa labor aún no se realiza como es debido. En
muchas ocasiones nos llegan propuestas y tareas de inversión a las que les
faltan datos, les faltan análisis, elementos que permitan llegar a una
conclusión y en ocasiones se trata de inversiones que tienen una significativa
importancia y en casos hasta cierta urgencia, pero que no se pueden decidir festinada e
irresponsablemente y entonces el proceso de evaluación demora más de lo
debido o nos vemos obligados a tomar
decisiones de las que no estamos
totalmente seguros que resulten las más aconsejables ante la emergencia del
objetivo o el argumento de aprovechar
una coyuntura de mercado internacional que
aparece favorable. En otras ocasiones, en las conversaciones comerciales
sobre la adquisición de una u otra in versión se hacen compromisos de dar
respuesta en una u otra fecha que después obliga a precipitarnos en los estudios
mínimos indispensables y emitir conclusiones y tomar decisiones sin la
profundización debida. Y estas son deficiencias que aún mantenemos y frente a
las cuales también el Che desarrolló una lucha en los primeros años de la
década del 60.
En una reunión celebrada en el Ministerio de Industrias, el 5 de
diciembre de 1964, hacia la crítica acerca de una inversión concreta en la cual
se había dado la orden de firmar sin que todavía la tarea de inversión
estuviese completa y señalaba cómo este método obligaba “a todo el mundo a
tomar decisiones con una gran desconfianza interior". Y expresaba textualmente:
"Nosotros tenemos que trabajar mucho en todo lo que sea la tarea de
inversión, cada vez más, y acostumbrarnos a que sea solamente una cosa
excepcional el aprovechar alguna coyuntura internacional para adquirir una
planta de un tipo que no haya sido sometida a estudios exhaustivos en cuanto a
la tarea de inversión". Estas palabras del Che mantienen hoy todavía toda
su vigencia y considero indispensable tenerlas muy en cuenta en nuestro
trabajo.
Es necesario profundizar en la determinación de la eficiencia por áreas
y países en el comercio exterior; es
necesario el estudio multifacético de las posibles líneas industriales de especialización
internacional; definir las complejas
relaciones para determinar estas especializaciones en las que juegan diferentes
ramas y esferas lo que incluye
determinadas líneas de investigación y asimilación de técnicas, formación de
personal con perfil profesional especifico, inversiones enlazadas en las
diferentes ramas, creación de mecanismos de comercialización con el exterior,
todo lo cual es necesario delimitarlo con la mayor claridad posible porque
cualquier error en la selección de líneas o la no inclusión de todos los eslabones
necesarios puede tener un alto costo social.
En el sector externo tanto para las exportaciones como para las
importaciones es necesario llevar a cabo estudios de mercado serios y
sistemáticos, examinando, para los renglones principales, los productores y
consumidores de nivel mundial, el nivel tecnológico, grado de concurrencia, tendencias
futuras, posibles niveles de precios y su dinámica y otros muchos factores que
intervienen en estos aspectos.
Del análisis preliminar que estamos haciendo de los trabajos
presentados por las comisiones que laboran en la confección de la estrategia de
desarrollo se ha detectado en general una falta de estudio en los indicadores que
conforman la eficiencia económica, así como de los factores que influyen
directamente en su incremento. La mayoría de estos estudios se basan en
análisis y alternativas tecnológicas, en la introducción de nuevos equipos,
pero hay ausencia de elementos económicos suficientes, que 'brinden la
posibilidad de tomar decisiones desde el punto de vista económico. Enfatizamos
en la necesidad de que los trabajadores del campo económico refuercen su
interés en la profundización de la aplicación del análisis sobre la eficiencia
económica y de los factores que influyen directamente en ella.
Tenemos también que desarrollar un sistema permanente de pronósticos a
largo plazo que abarque las principales ramas y sectores de la economía a fin de darles permanencia a los
estudios elaborados para la estrategia de desarrollo hasta el año 2000, de tal manera que siempre tengamos
una perspectiva mínima de 20 años hacia el futuro que se vaya desplazando de
manera lineal con el decursar del tiempo a la vez que confeccionamos
paralelamente nuestros planes
quinquenales y sobre su base nuestros planes anuales; es necesario perfeccionar la planificación
territorial y los estudios referentes a
los problemas de distribución territorial de las fuerzas productivas con la
óptima utilización de los recursos naturales, así como la protección del medio
ambiente; es necesario vincular en todas estas tareas a todos los compañeros
que trabajamos en el campo económico; universitarios y técnicos económicos
de nivel medio que laboran en empresas y unidades presupuesta das o en
las distintas dependencias de los organismos del Estado, así como a los que
ejerzan como profesores y también a los
estudiantes de Economía; hay que vincular e intervincular la docencia con la
práctica del trabajo económico concreto y a la inversa, y ambos con la investigación, cosa en la que tenemos
serias deficiencias que superar y a la
que debemos prestar una especial atención tanto los organismos estatales como
los centros docentes correspondientes.
En nuestro trabajo frente a todas estas tareas no debemos olvidar nunca
que debe ser realizado dentro de los principios en que se sustenta nuestro
proceso revolucionario y que debe estar encaminado a lograr el desarrollo de la técnica, la eficiencia en el uso de los
recursos, la satisfacción de las
necesidades del pueblo y la formación del hombre nuevo que planteara el Che,
sin olvidarnos tampoco que el esfuerzo
que realicemos hoy, en toda esta tarea de aplicación y perfeccionamiento del
Sistema de Dirección de la Economía y en
la solución de nuestros problemas de desarrollo económico, dará a nuestro país
mucha más fuerza y mucha mayor eficacia para cumplir sus deberes
internacionalistas y cumplir sus
obligaciones como destacamento del movimiento revolucionario mundial,
La Asociación Nacional de Economistas de Cuba está
llamada a servir de vehículo, tal y como está planteado en sus Estatutos y por las vías que en ellos
están expuestas, para favorecer que todos los economistas participen
activamente en estas tareas, en todos los contenidos de trabajo que aparecen en la Tesis discutida y
aprobada en el Congreso a cerca de las "Tareas del Economista en la Construcción
del Socialismo", enjundioso documento con el que nos manifestamos de pleno
acuerdo; está llamada a lograr que cada
miembro de la Asociación sea un estudioso militante de los problemas económicos
y un trabajador incansable por la causa del Socialismo.
Abordemos nuestro trabajo inspirados en el ejemplo inmortal del Che,
con la absoluta seriedad y profundidad que requiere, con audacia creadora
dentro de los principios y los fundamentos científicos del Marxismo Leninismo,
apoyándonos en la experiencia de los países socialistas, adecuada a las
condiciones concretas de nuestro país, e incorporándole la dosis de
sensibilidad humana y del sentimiento de
amor hacia el pueblo trabajador sin los cuales no es posible concebir a un
auténtico revolucionario como nos dijese el Che.
Asumamos nuestras responsabilidades con plena conciencia de su
complejidad a la vez que, de su importancia y trascendencia, con el orgullo y
la satisfacción de pertenecer a esta generación que le ha tocado vivir en una
época de creación tan hermosa como la que vive hoy nuestra Patria y que ha
tenido la oportunidad de contar con dirigentes de la magnitud histórica de
Fidel y el Che.
Hoy, en que admirados, orgullosos y solidarios vemos como los oídos receptivos de los hijos
heroicos y combativos del hermano pueblo de Nicaragua han escuchado el grito de
guerra del Che, han empuñado las armas y se aprestan a dar fin a una de las
tiranías más odiadas de nuestro continente, entonando los cantos con tableteo
de ametralladoras y los nuevos gritos de guerra y de victoria, siguiendo el
ejemplo del Guerrillero Heroico; nosotros, desde nuestra trinchera actual de
economistas, estudiemos al Che, profundicemos en sus ideas, imitemos su
conducta, su actitud, sus extraordinarias virtudes; sigamos su ejemplo como trabajador, como
economista, como modelo de
revolucionario.
Cierto es, como dijera Fidel, que el Che era un tipo de hombre difícil
de igualar y prácticamente imposible de superar. Pero dijo también que hombres
como el son capaces, con su ejemplo, de ayudar a que surjan hombres como él y
que su ejemplo debla ser el modelo ideal para nuestro pueblo. Como cubanos,
como hombres, como economistas revolucionarios hagamos el máximo esfuerzo por
ser como el Che.
Enfrentemos con su firmeza, su optimismo y su confianza en el futuro el
cumplimiento de nuestro deber revolucionario de hoy, haciendo nuestro el
sentimiento que animaba al otro de estos dos gigantes de nuestra historia cuya
fecha de nacimiento conmemoramos hoy, el General Antonio Maceo cuando dijo, adelantando palabras
que también pudo pronunciar el Che : "No trabajamos principalmente para
nosotros ni para la presente generación, bien al contrario, muévenos sobre todo
el triunfo del derecho de todas las generaciones que se sucedan en el escenario
de nuestra Cuba".
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