20/05/2025
Por HUMBERTO PEDRO PEREZ GONZALEZ
El domingo 18 vi y escuché el referido programa cuyos principales panelistas fueron JLR y Luis Marcelo viejos colegas y amigos míos desde hace muchos años. Además, un tercer panelista más joven al que no conozco llamado Carlos Enrique del CEEC.
Hoy martes 20, interrumpido por varios apagones, lo he vuelto a ver y escuchar.
La conductora del programa lo fue, como en la mayor parte de los que han tenido lugar hasta ahora, la compañera Marxlenin Pérez Valdés, joven y bella profesora universitaria, con varios atributos docentes y científicos en su currículo.
La he visto desenvolverse en otros programas anteriores. Se observa preparada, capaz e inteligente.
Por lo general no comete fallos burdos y cuando incurre en alguna falta y/o gazapo sabe salir de la situación con habilidad y teniendo como factor compensatorio su indudable carisma.
Por su nombre debo deducir que nació en una familia y un ambiente ideológicamente definidos.
Por mi origen familiar y ambiente social de mi niñez, adolescencia y primeros años de juventud, preveo que pudiera haber muchos puntos de coincidencia (además del primer apellido Pérez, común a ambos) a pesar de nuestra gran diferencia de edad. Ella pudiera ser cuando menos mi hija y tal vez mi nieta. Yo cumpliré 88 años el próximo 6 de diciembre. Ella debe andar por los 30 y tantos.
Yo nací en una familia campesina de tierra adentro, pero con cierto grado de instrucción. Mi padre y dos de sus hermanos militantes de las organizaciones comunistas desde la época del machadato, mi abuela materna, siempre actualizada de la situación nacional y mundial, era también de ideas progresistas.
En una edad muy temprana de mi vida mi abuela me enseñó a leer usando como cartilla las letras de los titulares del periódico Noticias de Hoy, órgano oficial del Partido Socialista Popular (PSP) de los comunistas cubanos. Precozmente aprendí a leer de corrido y a partir de entonces mi padre me utilizaba como el lector del círculo de estudios del núcleo del PSP que el organizaba cada domingo bajo la sombra de una mata de mangos. Allí lo que se leía y discutía era la prensa del PSP.
Con estos antecedentes y ambiente yo pude ser nombrado al nacer Leninstalin Pérez González, o algo parecido.
Acudí a Google para conocer más de sus datos biográficos, pero Google se manifiesta esquivo y resbaloso con respecto a los mismos. Para cotejar busque los míos, poniendo simplemente mi nombre y apellidos e inmediatamente Ecured muestra mi foto, mis datos y una síntesis biográfica con bastante información.
Me gustaría poder enviarle a ella directamente esto que estoy escribiendo. Les pido a José Luis y a Luis Marcelo que tienen mis coordenadas y seguramente las de ella, que me las manden y también las de Carlos Enrique, el tercer panelista.
Pero en definitiva este no es el propósito del actual texto.
Para y tras el propósito principal hare algunos comentarios iniciales sobre el programa y sobre el papel de su conductora. Después hare unas cuantas preguntas dirigidas a ella, pero sobre todo a los panelistas.
Es lógico que el programa obedezca a una línea editorial decidida por la propia conductora, por lo menos en parte, o siguiendo las instrucciones de algún nivel institucional superior.
Según esta línea editorial, es normal también, se haga la selección de los panelistas y de los asuntos concretos a ser abordados en el programa a desarrollar. No se incluirán o rehuirán los que se entiendan no convenientes, se tratara de conducir a los panelistas por unos u otros cauces, de frenarlos si se les nota inclinados a rebasar lo previsto en el asunto dado y de estimularlos si van por el cauce deseado, siempre reencausándolos.
Al hacer referencia a otras fuentes de opinión existentes en el país sobre el tema del programa, se harán alusiones vagas e imprecisas sobre la ANEC y sus integrantes (como en este programa), se ignoraran totalmente las que puedan haber expresado y/o expresen opiniones contradictorias o demasiado diferentes de la línea editorial del programa, aunque estén conformadas dichas fuentes por académicos reconocidos, por ex altos dirigentes con larga y probada experiencia, y todos sus integrantes con probada lealtad al proceso económico social que se desarrolla en el país, a partir de los documentos superiores aprobados por Partido y Estado.
Ese es el escenario actual de fuentes que Cuadrando la Caja tiene delante.
COMO OSERVACION INICIAL O HECHA AL PASO, DEBO DECIR QUE APROXIMADAMENTE UNOS 30 NOMBRES OCUPARIAN UN PRIMER PALCO O PRIMERA FILA EN ESTE ESCENARIO QUE CUADRANDO LA CAJA Y LA DIRECCION DEL PAIS NO DEBIAN TENER ESTIGMATIZADOS Y EN EL OSTRACISMO.
Entre las preguntas y observaciones que quisiera formular están las siguientes:
1ra. Observación—Me llama la atención que dentro de larga lista de figuras y corrientes de ideas que han debatido y actuado sobre el tema de la centralización y descentralización en el Socialismo desde los años 20 del siglo pasado hasta la fecha no se haya mencionado el caso de La Reforma de Liberman que estuvo presente en la URSS del 1965 al 1970 del pasado siglo apoyada desde el gobierno principalmente por el primer ministro Alexei Kosiguin.
Esta Reforma fue esencialmente descentralizadora hacia las empresas y las autoridades territoriales, planteaba el desarrollo de las relaciones mercantiles, de la ley del valor y de las leyes del mercado, puso en el centro de los propósitos a lograr la rentabilidad empresarial, local y nacional, los indicadores clave serían las ventas realizadas y la ganancia, las empresas tendrían una mayor autonomía e independencia a la hora de decidir a sus suministradores y compradores, incluso a la hora de la planificación, podrían disponer a su criterio de una parte importante de sus ingresos destinando una porción significativa a incentivar a sus colectivos, según los resultados obtenidos. Esta Reforma fue interrumpida por los acontecimientos en Checoslovaquia, pero en sus 5 o 6 años de aplicación gradual genero significativos crecimientos en la economía soviética.
Mientras, en este mismo lustro de 1965 a 1970 en Cuba tenía lugar un proceso de signo totalmente contrario. Fue la etapa más centralizadora y aberrante que ha tenido el proceso económico social del país teniendo como su cúspide la absurda y total estatalización de todos los establecimientos privados del país que sumaban unos 60000 en total. Se trata de la llamada Ofensiva Revolucionaria que estatalizo hasta a los limpiabotas y vendedores de helados y granizados. Se eliminaron las relaciones mercantiles, totalmente las de cobros y pagos, los presupuestos, el pago según el trabajo, el pago de horas extras, los límites de la jornada laboral, se fusionaron estado, partido y gobierno, las jubilaciones ascendieron al 100% del salario devengado, etc.
Como resultado de toda esta locura centralizadora en este quinquenio se experimentó la mayor caída de todos los indicadores productivos y de eficiencia del país, a pesar y a causa de que en 1970 se produjeron 8,5 millones de toneladas de azúcar: la mayor producción en la historia del país hasta ese momento. En 1974 aun había indicadores que estaban por debajo de los de 1963.
A esta etapa, años después la califico Raúl como la del aquelarre y fue la que motivo la valiente y radical autocritica de Fidel que aparece en su informe al Primer Congreso del PCC efectuado en diciembre de 1975.
Por todo lo anterior me es difícil entender que entre las luchas de centralización versus descentralización no se mencione la de Liberman y, por contraposición, lo ocurrido en Cuba en ese periodo.
Mucho más, si se tiene en cuenta que varios de los componentes de la Reforma de Liberman, integraron a la propuesta del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE) aprobado en el primer congreso del PCC y cuya aplicación se fue desarrollando gradualmente desde 1976 hasta 1985, año en que fue interrumpida.
Sobre lo ocurrido en los crecimientos del PIB y en general de todos los indicadores de eficiencia del país en el periodo de 1976 a 1985 hablan los Anuarios Estadísticos oficiales.
Algunos estudiosos de la Historia Económica de Cuba plantean que fue el período de mayor crecimiento desde 1900 y hasta la fecha.
Insisto en que las Reformas de Liberman algo tienen que ver con lo que hoy se discuta sobre centralización y descentralización en la economía cubana.
2da. Observación.
Me parece bien que a la hora de buscar referencias para enfrentar la organización descentralizada de nuestras grandes empresas (llámense actualmente OSDE o como se llamen o sean producto de recientes iniciativas), se acuda a las experiencias y modelos de la General Electric y otras grandes corporaciones capitalistas. Ya lo hizo el Che cuando exploraba vías para mejor organizar las Empresas Consolidadas de su propuesta de Sistema Presupuestario de Financiamiento.
Lo que no me resulta explicable es que se ignoren como referencias las de China y Vietnam, sobre todo las de este último.
¿Es que se consideran más cercanas a Cuba las experiencias y modelos de los grandes consorcios capitalistas que los modelos de China y Vietnam?
Mucho más cuando algunos de nosotros (de entre los ninguneados e ignorados) hemos propuesto que tomemos la experiencia de estos países asiáticos socialistas y de partido único como Cuba. Recientemente el compañero Omar Everleny escribió y publico un artículo sobre el DoiMoi vietnamita.
3ra. Observación.
Está bien que se recuerden las experiencias de descentralización de finales de los años 90 del pasado siglo, de lo exitoso de lo logrado en Guantánamo y de lo logrado a través de FINTUR y FINATUR. Yo estaba allí como directivo de FINTUR al que se subordinaba FINATUR.
Pero ya más de un decenio antes se habían practicado algunas experiencias exitosas en medio del proceso de aplicación del SDPE. A comienzos de los años 80 creamos una Comisión de Exportaciones e Importaciones dirigida por el recién fallecido Osmany Cienfuegos, que entonces era Secretario del Consejo de Ministros. Como Ejecutivo de la Comisión actuaba Manuel Estefanía, viceministro del Mincex.
Lo primero que hacíamos Osmany y yo como Presidente de Juceplan era asignarle a los ministerios más importantes un monto de divisas que podían usar en todo momento a su libre discreción. Entre estos ministerios estaban la Básica, el Azúcar, etc. Este marco destinado a romper cuellos de botella imprevistos era, además revolvente. Cuando lo consumían se hacía una restitución automática del mismo. Se hacían algunos controles periódicos.
Para el resto de los cuellos de botella que podían presentarse, yo como presidente de Juceplan asignaba directamente a Osmany 2 millones de usd con carácter también revolvente para destrabar casos que no se podían ejecutar por obstáculos simples: un problema de envases, de etiquetas y así una gran miscelánea. Con el aval de Estefanía como vice del Mincex, Osmany ejecutaba los desembolsos, Cientos de millones de usd en exportaciones e importaciones se pudieron ejecutar bajo estos mecanismos en los 3 o 4 años en que estuvieron vigentes,
El compañero Manuel Estefanía aún vive y puede dar testimonio de esta experiencia.
UN ABRAZO FRATERNAL PARA TODOS.
ESPERO CONOCER A MI “TOCAYA IDEOLOGICA”.
Continuará
Tampoco puede decirse que etapas anteriores hayan sido una panacea. Cierto que hubo resultados, sobre todo porque se dispuso de recursos para hacer malabares en la economía y aún para empeñar fondos en otros destinos que nada tenían que ver con ella. Tengo mis muy serias dudas de que los índices logrados entonces en materia de economía se hayan alcanzado con niveles de eficiencia siquiera medianos. Mucho provenía de lo que se calificaba de "precios justos", denominación que podría ser sometida a escrutinio tanto por su origen como por la forma de calcularlos. Habría que ver cuánto beneficio tuvo en el orden material y en el pensamiento al tomar decisiones disponer de precios holgados no dependientes de costos. En este sentido y sin ánimos de controversia me atrevería a poner sobre la mesa el hecho de que durante años también se acudió también a préstamos millonarios en la banca capitalista para el fomento de inversiones, origen actual del componente de la voluminosa deuda externa que se arrastra desde hace decenios. Como he señalado en otros comentarios existió y existe un muy serio problema de malísima administración de los fondos públicos, asunto al cual se le huye como al anuncio del diablo. Ahora mismo, en presencia de serias limitaciones se piden esfuerzos en ausencia de recursos cuya carencia podría haberse soslayado con algo más de capacidad administrativa. Ahora se añora lo que otrora y no tan otrora se dilapidó en pésimas decisiones. Turismo versus apagones, importaciones millonarias en alimentos versus tierras ociosas, tierras estatales con baja productividad versus campesinos privados productivos y así un rosario de calamidades tan conocidas como ignoradas. Como en los matrimonios, evitar el divorcio tendría un buen comienzo reconociendo los errores. De mucho valdría dejar de defender posiciones, analizar el pasado sin justificaciones a priori y actualizar argumentos para el presente, acabar con la prepotencia y ser todo lo humilde posible, eso sería un buen enfoque para intentar reconciliarse, es con lo que el pueblo necesita identificarse.
ResponderEliminarAdmiro a Humberto que todavía sigue viendo el programa. Yo no pude pasar del cuarto o el quinto y decidí no seguir gastando tiempo de mi vida en un show semanal prefabricado.
ResponderEliminarEs criminal hacer un programa de debate sin debate y sin invitar a los que como él, Benavides, Triana, Vascos, Carranza y varios más tienen opiniones fundamentadas que, además de no considerarlas, son sistemáticamente multiplicados por cero.
Debatir entre los que previamente están de acuerdo, nunca será debate.